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Lo que debes de saber si sufres distonía cervical

 ¡Cuida tus cervicales!

Si sufres de un dolor muscular en el cuello o de cierta molestia al girarlo hacia el hombro, es posible que padezcas distonía cervical. Aunque quizás este nombre te suene poco, se trata de un dolor en los músculos de la cervical que comúnmente se conoce más como tortícolis. Si necesitas más información sobre esta enfermedad, las causas que la derivan, los diferentes tipos y sus síntomas, no te puedes perder este artículo. Aclararemos todas tus dudas acerca de esta contracción muscular en las cervicales. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la distonía cervical?

La distonía cervical se trata de una enfermedad que afecta a los músculos del cuello. Concretamente, se caracteriza por una contracción muscular involuntaria, sostenida o intermitente en los músculos de la zona cervical, que causan movimientos de torsión repetidos o posturas anormales. La distonía también se puede producir en otros músculos del organismo humano que no son los del cuello, pero suele ser más común en esta zona del cuerpo humano.  

Por lo tanto, esta enfermedad puede afectar a cualquier parte del cuerpo y se clasifica en función de las zonas afectadas:

  • Distonía focal: afecta a una sola zona del cuerpo. En este caso concreto, es cuando se produce la distonía en la cervical o tortícolis. 
  • Distonía segmentaria: afecta a dos o más partes del cuerpo que están juntas.
  • Distonía multifocal: dos o más partes que no están juntas se ven afectadas.
  • Distonía generalizada: ocurre en todas las áreas del cuerpo. 

En este sentido, los espasmos musculares que se presentan pueden ir desde más leves a más intensos, con dolores que pueden perjudicarnos a la hora de realizar nuestras actividades cotidianas como caminar, hablar, comer o dormir. 

Tipos, síntomas y causas de la distonía cervical

La distonía cervical o tortícolis, en función de su movimiento, se puede clasificar en diferentes tipos. Cuando existe cierto dolor cervical que se presenta con una gran rigidez en su rotación, hablamos de tortícolis. Si la cabeza se balancea hacia un hombro, se denomina laterocolis. En el caso de que se produzca una inclinación, la cabeza y el cuello se mueven hacia delante, es anterocolis. Mientras que, cuando se inclina hacia atrás, se trata de retrocolis. 

Con respecto a los síntomas de la distonía cervical, se suele iniciar con dolores al realizar movimientos de cabeza de un lado a otro, y lo más común es que sufras una contracción muscular en la cervical. Esto hace que la cabeza se tuerza en diferentes direcciones, como del mentón hacia arriba, abajo o hacia el hombro. La que más se produce es la del mentón hacia el hombro.

Esta dolencia también puede ir acompañada de un dolor ardiente en el cuello y en el hombro, un fuerte dolor de cabeza y temblores. Si padeces algunos de estos signos de alarma, lo primero que debes hacer es acudir a un médico para que te examine y compruebe si estos síntomas son causados por una tortícolis. 

Asimismo, esta enfermedad, según diversas fuentes, aunque puede aparecer a cualquier edad es más frecuente que ocurra entre los 20 y 60 años de edad, con una mayor incidencia entre los 30 y 50, siendo más común en las mujeres que en los hombres. Y las causas pueden ser por diferentes motivos, de la que se establece otra clasificación: 

  • Idiopática. Actualmente, no se conoce la causa concreta que genera la distonía en las cervicales aunque, según diversos estudios, puede radicar en un trastorno funcional de los ganglios basales del sistema nervioso. 
  • Congénita. Se produce por motivos hereditarios, en la que existen varios casos dentro de la familia que sufren algún tipo de distonía. También, puede tener su origen en el nacimiento, debido a una mala postura del feto en el útero durante el embarazo. 
  • Psicogénica. Tu salud mental también puede ser un factor determinante en padecer distonía en la cervical. Si existen situaciones que nos generan gran inquietud o malestar, puede repercutir directamente y producir dolor muscular en el cuello. Esto ocurre, sobre todo, cuando tenemos estrés, ansiedad o depresión. Por lo tanto, es importante tener un estado de ánimo favorable para no ocasionar enfermedades adversas. 
  • Incorrecta higiene postural. Una mala postura al sentarnos, dormir o realizar ejercicio físico puede conducir a una situación de distonía. El cuello sufre movimientos bruscos, nuestra posición en la silla o en la cama no es correcta y levantar demasiado peso puede ser crucial para nuestro cuello. Por lo tanto, es importante mantener una buena higiene postural si quieres evitar sufrir tortícolis. 

Ahora que conoces más sobre la distonía cervical, hay factores de tu día a día que pueden ayudarte a prevenirla y, si quieres gozar de una buena salud en tu cervical, es mejor que los cumplas. Aunque ante cualquier caso, te recomendamos que consultes con tu médico si tienes indicios de que puedes estar sufriendo esta enfermedad, para que te realice un diagnóstico y su correspondiente tratamiento.

Fuentes
Elaboración propia a partir de diversas fuentes.