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¡No sin mis tacones!

Los tacones se asocian con elegancia, sofisticación, sensualidad, y para muchas mujeres es un refuerzo con el que proyectan una imagen de mayor seguridad y confianza en sí mismas.  Pero sus bondades no pueden esconder sus riesgos para la salud. Y es que las mujeres tienen hasta cuatro veces más problemas de pies que los hombres, siendo el calzado una de las principales razones. Hoy hablamos de las lesiones más habituales que el uso frecuente de zapatos de tacón alto (a partir de 5 cm) puede conllevar para la salud.

  • Juanetes. Es la lesión más frecuente y puede agravarse de forma que el dedo gordo “se monte” sobre el segundo, alterando la articulación, provocando un fuerte dolor, inflamación  e incluso riesgo de infección.
  • Sesamoiditis. Es la inflamación de los sesamoideos, dos pequeños huesos localizados bajo el metatarsiano del dedo gordo, que se accionan en el movimiento “de despegue” del pie del suelo. Los tacones pueden tensionarlos tanto que, además de inflamarlos, puede llegar incluso a fracturarlos.
  • Dedos en martillo. También conocidos como garras (visualmente son similares a este tipo de deformidad), son muy dolorosas. Además, lo normal es que también salgan callos.
  • Neuroma de Morton. La fuerte presión del tacón comprime los nervios plantares, provoca inflamación, fibrosis y disminución del riego sanguíneo. Dicha compresión, más agresiva mientras más estrecho es el zapato, causa ardor, hormigueo y dolor, que se agrava al andar.
  • Esguinces de tobillo. Sobre todo si no se está acostumbrada a llevar tacones altos, la inestabilidad de los mismos suele cebarse en los tobillos.
  • Inflamación y acortamiento del tendón de Aquiles. Al forzar la postura con los tacones podemos estar acortando la longitud de este tendón, que une los músculos que forman los gemelos con el talón, resultando muy doloroso.
  • Artrosis de rodilla. La lesión más grave, con posibles consecuencias para la columna. Se debe al aumento de presión en las superficies articulares de la rodilla y desgasta el cartílago y los huesos más cercanos. Sin un tratamiento adecuado puede ser irreversible.

Las recomendaciones son sencillas. Evita llevar tacones con frecuencia y, si no lo haces, intenta que no superen los 5 cm y tengan una base ancha que reparta mejor el peso. Si usas plataformas, deben tener amortiguación y una diferencia respecto a los tacones menores de 2 cm. Finalmente, cambia de zapatos y altura de tacón todos los días. Piensa en tu salud.

Fuentes
Agencia Efe